Existe una constelación cerca de la Osa Mayor y de Leo denominada Coma Berenice o Coma Berenices. La segunda parte de su nombre tiene que ver con la mitología y, en concreto, con un caso de catasterismo, es decir, con un caso de conversión en estrella o constelación de algún personaje o de parte de algún personaje real o mitológico. En la transformación, en este caso, se ve involucrada Berenice (bueno, como veremos, es realmente solo su cabellera), esposa del rey Tolomeo III, un rey helenístico: parece que mientras su marido guerreaba duramente contra el rey Seleuco de Persia (descendiente como Tolomeo de los generales de Alejandro Magno que a su muerte se repartieron el enorme imperio conquistado) Berenice prometió consagrar su larga y preciosa cabellera a Afrodita a cambio de que Tolomeo regresara sano y salvo. Y así se hizo. Pero alguien robó la ofrenda del templo de la diosa y la indignación se apoderó de todos. Fue entonces cuando el sabio astrónomo Conón de Samos, gran amigo del famoso Arquímedes de Siracusa, afirmó haber encontrado en el cielo una agrupación nueva de estrellas que, sin duda, correspondían con la deificada cabellera de la reina, allí ubicada por la mismísima Afrodita y que explicaba muy satisfactoriamente el misterio del robo. A este prodigioso acontecimiento le dedicó una composición poética el gran Calímaco, director a la sazón de la Biblioteca de Alejandría, que aunque no nos ha llegado en su integridad, sabemos que luego fue adaptada en Roma por Catulo en su Carmen LXVI.
La primera parte del nombre de la constelación (Coma) deriva del sustantivo griego κόμη, que significa «crin», «cabellera» o «melena», lo cual está de acuerdo con la historia precedente. De ese mismo término griego κόμη procede nuestra palabra «cometa», como podéis comprobar aquí, por el rastro luminoso que deja a su paso, similar al de una cabellera. Se podría pensar que este término griego tiene relación con la palabra coma, en femenino, con la que llamamos en español al signo ortográfico que sirve para cortar la oración en partes más pequeñas. Pero no es así: el origen etimológico de esta última es diferente, ya que viene del sustantivo neutro κόμμα, “corte”, formado a partir del verbo κόπτω, “cortar” (pero que nada tiene que ver con la denominación del pueblo copto, sustantivo que, en este caso, deriva de la apócope del gentilicio Αἰγύπτιος, que significa “egipcio”). Pero aún hay alguna curiosidad más: otro coma del español es masculino y pertenece al léxico médico. En este caso su procedencia es del neutro κῶμα, “sopor” y está relacionado con el verbo κεῖμαι, “yacer, estar tendido o echado”. En resumen:
Coma (Berenice) y cometa derivan de κόμη, «crin», «cabellera».
Coma (femenino) tiene que ver con κόμμα, «corte».
Coma (masculino) es un término médico relacionado con κῶμα, “sopor”.
Fantástico texto.
Cuanto desconocemos del léxico que usamos habitualmente sin pensarlo.
Gracias, por tu comentario