2palabras2: metro/miedro
No creo que haya que explicar la primera de las palabras del título de esta entrada: todos la tenemos asumida como unidad de medida. Pero, a buen seguro, miedro resultará desconocida para la mayoría. Sin embargo, ambas tienen el mismo origen, con la ventaja para miedro de que se utiliza desde los orígenes del idioma, mientras que metro, con el significado que todos conocemos, es un término mucho más reciente, casi de antes de ayer. Vayamos por partes.
Metro se venía utilizando en castellano desde el siglo XV como tecnicismo literario para referirse a la medida de las sílabas que componen un verso, de donde sale el término Métrica ‘arte que trata de la medida o estructura de los versos’. Será a finales del siglo XIX cuando se empiece a utilizar con el sentido de unidad de medida de longitud, una vez que España adopta el sistema métrico decimal en 1880.
Esta decisión se adopta internacionalmente –aunque algunos sigan con sus yardas, pulgadas, galones, acres y demás– con el fin de unificar las medidas que, hasta ese momento, conformaban un sistema complejo [1] y sin referencias comunes, tanto en las propias medidas como en las denominaciones [2] que recibían.
Una de esas medidas de ámbito local que acabaron por desaparecer ante el empuje de las nuevas medidas sistematizadas es el miedro, en este caso una medida de capacidad para líquidos, usada principalmente para la medida del vino. La palabra miedro procede directamente –por vía patrimonial, como piedra de petra, del latín mĕtrum– y se usó, y aún se reconoce, en el ámbito de influencia del Reino de León.
En la documentación medieval aparece, primero como metro y luego como miedro, para indicar cantidades de vino o de sidra. De igual modo se utiliza con frecuencia en el occidente de León en la documentación del siglo XVII: en documento de Ponferrada de 1625, por ejemplo, se registran “Dos miedros de bino. Otros dos miedros y medio de bino”; en un testamento fechado en el Alto Sil (Matalavilla, 1638) se destinan para las honras fúnebres “una carga de pan y medio miedro de vino y que al cabo del año den dos cargas de pan y medio miedro de vino y sardinas”, mientras que en otro texto de Astorga (1647) incluso se nos dan las unidades fraccionarias que incluye: “nuebe miedros y nuebe cántaras de bino… contado el miedro a çiento y nuebe açunbres”. Aún en el siglo XX, los dialectólogos registran miedro en diversas zonas de León, pero, finalmente, como otras muchas medidas tradicionales, parece que el término ha sucumbido frente al sistema métrico decimal, barrido, no por su hermano metro, sino por litro.
[1] <http://corlexin.unileon.es/trabajos/Marta_RHLE.pdf>
[2] <http://jrmorala.unileon.es/biblioteca/JAP_medidas.pdf>
J.R.M